Con motivo del día mundial contra la violencia de género ayer se celebraron nuevas actividades, organizadas por la Concejalía de Igualdad. A las 6 y media estaba previsto que se depositase un ramo de flores junto al monolito en homenaje a las víctimas de violencia de género que yace desde el año pasado en la Plaza San Isidro pero su celebración vino acompañada de controversia por la presencia allí y a esa misma hora  del candidato a la Presidencia del Gobierno de Podemos, Pablo Iglesias, aprovechando su visita al pueblo tras otro acto que había tenido lugar justo antes, y de la Consejera de Hacienda y Administración Pública, la socialista Pilar Blanco-Morales de la que no estaba prevista su asistencia. La Plaza San Isidro se convertía por momentos en una improvisada sala de prensa, algo que hizo retrasar la ofrenda del ramo de flores por la expectación mediática que supuso, pero finalmente se hizo posible.
    
A continuación comenzó la marcha en un recorrido por distintas calles villafranquesas que acabó en la Plaza España donde se formó un semicírculo alrededor de los zapatos rojos expuestos junto a la puerta del ayuntamiento desde la mañana.

Allí tuvieron lugar unas lecturas que dieron comienzo con la del tradicional manifiesto contra la violencia de género leído por la Concejala de Servicios Sociales Pilar Carrillo. En él se mostró la repulsa contra este tipo de violencia y se animó a las víctimas a que denunciasen a los maltratadores. También recordó que la vida y la libertad son los bienes inmateriales más preciados que tenemos  al tiempo que lamentó los numerosos casos de orfandad causado por este problema. También quiso reseñar la importancia vital que tiene la educación en igualdad y se acordó de la fallecida Catalina Tolosa a manos de su marido.
 
En segundo lugar Leticia Araya, la concejala de Igualdad, procedió a la lectura de una emotiva carta de una de las víctimas anónimas de este tipo de violencia de la localidad. Por motivos de seguridad e intimidad no reveló su identidad. La carta relataba como comenzó todo en su caso con golpes al volante del coche, que estar 24 horas pendiente de alguien no tiene porqué ser amor o de cómo su ex-pareja la fue aislando de sus amigos y familiares para dedicarse a las labores domésticas por decisión de él. A pesar de todo ese machismo vivido siguió adelante e incluso tuvo un hijo con él y su dependencia iba cada vez a más hasta el punto de aceptar no vestirse como lo hacía antes por celos. Un día decidió irse de casa y fue cuando recordó con su bebé cogido en brazos todas las puertas, móviles, platos y otros objetos rotos que él había roto durante la relación. Por último reconoce su culpabilidad por no haberse quitado la venda que la cegaba antes y animaba a las víctimas a que lo hagan.
    
Lo que vino después fue la lectura por parte de miembros de partidos políticos, de la Hermandad de Donantes de Sangre y de la Asociación Oncológica de los distintos casos mortales que llevamos en 2015 en España con detalles de cada uno de ellos muy duros de escuchar.
Por último se guardó un minuto de silencio en homenaje a las víctimas en este día tan ruidoso.